La biomecánica es una rama de la biofísica y esta, a su vez, deriva conjuntamente de la medicina y la física convencional.
Actualmente, la biomecánica se estudia en diversos sectores tecnológicos y sanitarios destinados al desarrollo de herramientas diagnósticas, validación de estudios médicos, diseño de dispositivos médicos, etc. Por ello, es común que médicos e ingenieros trabajen conjuntamente en este importante campo. Generalmente, el profesional dedicado a la atención de pacientes mediante la evaluación biomecánica debe ser un fisioterapeuta especializado en análisis del movimiento humano. Este, gracias su profundo conocimiento sobre anatomía funcional y al manejo de herramientas tecnológicas para el registro de datos, dispondrá de la información necesaria para detectar y corregir posturas y gestos lesivos. Además, es común que el fisioterapeuta y director de un laboratorio de biomecánica tenga estudios en neurorrehabilitación por el gran impacto que el paciente neurológico sufre en su salud física.
A menudo, el podólogo es la otra gran figura profesional que interviene en atención primaria de pacientes en el ámbito de la biomecánica. Su plena comprensión sobre el funcionamiento del pie le permite detectar anomalías en su movimiento que puedan repercutir en el mismo e incluso sobre segmentos remotos como las rodillas y la espalda baja.
En definitiva, mientras el ámbito del desarrollo tecnológico está gobernado por científicos ingenieros, la investigación médica y la atención de pacientes en biomecánica se desarrolla principalmente por traumatólogos, fisioterapeutas y podólogos que disponen de un laboratorio de análisis del movimiento humano.